Mi luna de miel ♡

¡Hola, hola! Muchos de vosotros me habéis pedido que os haga un pequeño resumen de mi viaje de novios, ¡y aquí lo tenéis! Resumir 15 días en un post se hace complicado pero vamos a intentarlo, ¡quédate a leerlo!

Si te gusta viajar tanto como a mí, seguro que este post te gusta 🙂 Mi viaje de novios fue Australia y Maldivas y créeme que repetiría ¡sin dudarlo! A pesar de la cantidad de horas de viaje que tienes que hacer, es un destino que merece la pena visitar. Eso sí, Australia es un país es tan grande que seguro se te quedan sitios pendientes para ver, ¡así tienes excusa para volver! Bueno, no me enrollo más, ¡comenzamos la ruta!

Sydney: si tengo que resumir esta ciudad la palabra sería: ¡INCREÍBLE! Su mezcla de la bahía con edificios de oficinas, Bondi Beach y su vida surfera o sus calles para perderte de tiendas convierten a Sydney en una de mis ciudades favoritas del mundo. Te destaco algunos lugares que tienes que conocer:

La Ópera de Sydney es IMPRESCINDIBLE, uno de los iconos de la ciudad. Nosotros hicimos un tour por dentro y es curioso de ver, pero tampoco es imprescindible.

Harbour Bridge: con sus increíbles vistas hará que quieras verlo por la mañana, al atardecer y por la noche. ¡Una pasada a cualquier hora del día!

Visita a Bondi Beach: Australia y el surf van de la mano y tienes que visitar su playa más conocida.

Si quieres ver Sydney desde las alturas, tienes que subir a Sydney Tower Eye. A todas las ciudades a las que voy me gusta subirme a sus torres más altas y disfrutarlas a vista de pájaro y esta no iba a ser menos.

Si tienes tiempo te aconsejo que cojas un ferry y vayas a Manly Beach. Es un trayecto de unos 15 minutos y allí puedes andar por su paseo marítimo, hacer algunas compras en tiendas de surf y disfrutar de sus vistas.

La segunda parada de nuestro viajes fue la ciudad de Cairns. Aquí podrás conocer la Gran Barrera de Coral con más de 300 km de longitud, si sabes bucear no dudes en ponerte el traje y quedarte enamorado de lo que  ves; nosotros hicimos snorkel y la experiencia es muy chula. En esta ciudad como tal no hay mucho que descubrir, así que la opción es contratar excursiones de un día; nosotros elegimos visitar la reserva de Kuranda: te llevan en un tren antiguo a través del bosque, paseas por el pueblo y allí puedes visitar a koalas y canguros, ir al mariposario y al centro de aves.

Melbourne: una ciudad muy europea, en la que te sientes como en casa. Tuvimos la suerte de poder hacer un tour guiado para nosotros dos solos ya que el grupo con el que íbamos canceló en el último momento, ¡así conocimos un montón de sitios! Lo que más me gustó fueron la zona de Southbank en la que tienes unas vistas muy chulas a su skyline, sus ‘Arcades’ que son galerías con comercios y oficinas, Albert Park (donde tienes otra vista increíble del distrito financiero), sus catedrales (tanto la anglicana como la católica) y las vistas desde su rascacielos Eureka Skydeck. Si tienes vértigo, mejor que no subas, ya que tiene una zona (que pagas aparte) con el suelo totalmente acristalado ¡da bastante impresión!

Maldivas: y como úlltima parada tenemos EL PARAÍSO, ese sitio en el que se te olvida la hora que es y en el que alucinas con las aguas cristalinas y la arena blanca de sus playas. Nosotros estuvimos en Kurumba Maldives: un resort al que solo se puede acceder en barco desde el aeropuerto y en donde se respira una paz difícil de describir en palabras. Es un hotel para toda la familia y allí puedes hacer actividades como: bucear, snorkel, montar en kayak, hacer yoga, disfrutar de diferentes tratamientos y masajes (vi que había uno bajo las estrellas, ¡tiene que ser la bomba!). Maldivas es un sitio que tienes que ir una vez en la vida (si vas dos, ya eres mi ídolo). Allí pudimos ver una tortuga boba y bastantes tiburones bebé nadando en la orilla, ¡un alucine!

Espero que te haya gustado el post y que te hayan entrado ganas de cruzarte medio mundo para llegar hasta allí, si necesitas más información sobre estos destinos ¡estoy para ayudarte! Nos vemos en el siguiente post 🙂